Por Aymee Amargós .
La obra Josefina la viajera ofrece la oportunidad de disfrutar de las facultades histriónicas de Osvaldo Doimeadiós, quien ha demostrado ser, además de un excelente humorista, un actor dramático.
La pieza dirigida por Carlos Díaz , nos sumerge en la existencia de una mujer consumida por un sueño frustrado, y atormentada por tres personajes que se entrelazan en la historia, incrementando su delirio.
El grupo Teatro El público se presentó durante varias jornadas del festival. Consiguió abarrotar la sala del Principal coliseo camagüeyano
El propósito fue , compartir de manera desprejuiciada y penetrante —como es a ratos la vejez— los miedos, confesiones y certezas acumulados en el transcurso de la invención de su existencia..
Josefina la viajera, unipersonal del dramaturgo cubano Abilio Estévez, constituye una pieza cargada de símbolos; de razones que buscan en la multiplicidad de lo cubano, motivos universales para significar la ausencia, la huida, la emigración, la soledad, la añoranza, la obsesión, y la nostalgia.
Doimeadiós alcanza aquí una caracterización excepcional que lo reafirma también como un actor. de roles dramáticos.
La puesta exige desplazamiento escénico amplia proyección vocal, canto, esfuerzo físico, expresividad gestual; condiciones que el actor regala para que casi dos horas de texto ininterrumpido transcurran con naturalidad para el espectador.
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