Por Aymee Amargós
El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba tiene consecuencias directas sobre la educación. En relación con la enseñanza artística provoca afectaciones que repercuten en la calidad del aprendizaje.
En el país se pueden iniciar los estudios en cualquier manifestación de la música, las artes plásticas, el teatro y la danza desde edades tempranas y sin costo alguno.
Sin embargo, esta posibilidad con que cuentan los niños cubanos de comenzar a prepararse como futuros artistas encuentra limitaciones impuestas por el bloqueo yanqui.
Las afectaciones se fundamentan, esencialmente, en las restricciones para acceder a la compra de instrumentos y materiales complementarios. Sobre todo libros de lectura musical y cuadernos de hojas pautadas.
También enfrentan serios problemas con las zapatillas para los estudiantes de ballet y los leotares imprescindibles para danza.
En algunas especialidades de música , guitarra, violín, violonchelo y contrabajo se ven extremadamente afectados por la carencia de cuerdas, las cuales se adquieren a altos precios en el mercado internacional.
Muchos de los instrumentos que son deficitarios en el país. Cuba ha tenido que adquirirlos mediante terceros países como China, pues no existe la posibilidad de comprárselo directo a sus productores.
A pesar de las restricciones, el programa de formar músicos, artistas de la plástica, actores y actrices y bailarines recibe una atención especial por parte de los ministerios de Cultura y Educación.
Las afectaciones producidas por el bloqueo al sector educacional, específicamente en la enseñanza artística no podrán impedir que en cada provincia cubana se acreciente la cultura con los valores formados sobre la base de los propios esfuerzos.
El bloqueo existe. Son reales las carencias pero continuaremos luchando hasta lograr su fin.
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